La separación del polvo se hace según el principio del ciclón (fuerza centrífuga) a través de la propia corriente del aire transportado contra la pared del separador. El aire filtrado se puede soplar directamente a la habitación o retornarse a un pre-filtro. El medio filtrante en este caso se compone de unos cartuchos (filtros estáticos HEPA) donde el polvo se posa en ellos, y se elimina automáticamente a través de intervalos de impulsos de aire comprimido inyectados a contracorriente.
Ventajas: